Cambios laborales

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Cambios laborales

Como os he comentado en el anterior post, tuve que dejar de trabajar. Esto como os imaginareis es un problema, pero os cuento como minimice las consecuencias y como fueron los pasos tanto con mi empresa con la mutua para solicitar la prestación.


cambios laborales por pti

Buenas y bienvenido/a de nuevo. En esta ocasión te contare como fue el proceso de decirle a mi empresa que tenía que dejar de trabajar y cuáles fueron los pasos para conseguir la prestación CUME.

A continuación os cuento los pasos en el orden en que ocurrieron y se desarrollaron.

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Descansar del trabajo por la trombocitopenia inmune

Como ya os he comentado, de todas las opciones que valoramos, la de dejar de trabajar uno de los padres (coger una excedencia) es la que finalmente decidimos. En muchos casos esto no es posible porque es necesario que ambos padres trabajen, pero nosotros lo decidimos así.

No penséis que ganamos una pasta gansa en nuestros respectivos trabajos, tenemos sueldos normales, por lo que elegimos vivir más apretados pero sin depender ni trastocar la vida de nadie más.

Hablar con la empresa

Pues esta parte es de las que más me costó. Pese a llevar varios años en mi actual empresa, tampoco soy de los empleados que tienen una relación de amistad con los jefes. Yo hago mi trabajo y a casa, no hablo de temas personales ni los jefes conmigo.
reunion laboral explicando la trombocitopenia
Así que llegó el día que volví a trabajar después de que la niña saliera del hospital y me reuní con alguno de ellos para contarle toda la historieta mejor y explicar la enfermedad Púrpura Trombocitopénica Idiopática. Aproveche para informarle que no sabíamos que íbamos a hacer y deje caer que igual tenía que coger una excedencia.

En este aspecto la verdad que no tuve ninguna queja. Los jefes (tengo varios) se portaron muy bien, siendo comprensivos y comprendiendo la situación, diciéndome que en lo que pudieran ayudarme lo harían.

Yo creo que se les ablandó un poquito el corazón, porque la mayoría son padres y madres con niños más o menos pequeños y claro, este tipo de historias te tocan más el corazón si tienes hijos 👶.

Compañero de trabajo y esperanza

La verdad que se lo agradeceré siempre a este compi. Resulta que muchas veces tenemos las facilidades al alcance de la mano y como no las conocemos no las utilizamos. Gracias a él, descubrí una prestación que me facilitaría muchos las cosas.

Resulta que mi compañero tenía una amiga que trabajaba en una mutua y le contó mi caso sin intención de nada. Esta amiga le dijo que las mutuas ofrecen una prestación llamada CUME destinadas a ayudar a padres y madres con menores afectados por una enfermedad grave.

Así que nada, llame a mi mutua y empecé las reuniones y burocracias.

Reunión con el médico

medico de la niña con pti
Una vez que me había informado un poco, me reuní con el médico de la niña para comentarle el tema de la prestación. Me contestó que ok, que obviamente no tiene problemas en hacer el informe ya que muchos padres lo piden, pero me recalca que nunca se lo habían solicitado por esta enfermedad, solo por cáncer, por lo que no sabe si la aceptaran.

Antes de hacer el informe me da un listado de las enfermedades que son consideradas graves según un listado que tienen los médicos. La miro y no aparece la Púrpura Trombocitopénica Inmune y el médico no tiene claro que poner, porque obviamente no va a mentir.

Le digo que lo miro en casa y ya hablaríamos, por lo que de nuevo tengo que buscarme las habichuelas ya que el listado del médico era una simple hoja con muy pocas enfermedades y me parecía muy extraño.

Rebusco por internet y encuentro lo siguiente: https://www.boe.es/boe/dias/2019/02/08/pdfs/BOE-A-2019-1691.pdf

De todas formas, confirmar este listado con vuestra asistente social o con la seguridad social, porque puede haber cambiado.

Se lo entrego al médico, le indico de donde lo he sacado y procedemos a mirar algo que pueda cuadrar con lo de la niña. Una vez seleccionada la enfermedad, solo es meter el código en el informe explicar que no puede acudir a colegio o guarderías y arreglado. En mi caso el código era 40.f, pero veo que en este listado ya no aparece, por lo que tendréis que gestionarlo con el médico.

Siguiente reunión con la empresa

Bueno, pues ahora viene otra vez la parte empresarial que tan poco me gusta. Una vez informado de todo tengo que explicarlo a la empresa (a un jefe concretamente) y a la responsable encargada de todas estas cosas.

Por una parte, no me pusieron inconveniente, aunque me indicaron que tendrían que hablar con su asesor de la mutua porque no sabían nada de esto y para confirmar todo lo que les había dicho. A los pocos días me confirmaron que ok y empezamos el proceso. Para este proceso tengo que contactar con la secretaria y esto ya se tuerce un poco.

Resulta que la secretaria no tiene ni idea de esto (obviamente) y se lo explico. La digo que tengo que reducirme la jornada un 99,9% y pedir la prestación. Ella me dice que ok, pero no se fía mucho y llama a la mutua.

Al día siguiente me dice que no lo puede hacer, que en el programa le pide un código cuando indica una reducción de jornada (como cuando alguien tiene un hijo y se reduce la jornada) y que no le aparece nada relacionado con enfermedades. Me pongo a buscar un poco por internet, se lo encuentro (manda narices que tenga que hacerlo yo) y se lo envío.

No sé si el mismo día o al día siguiente, me manda un e-mail diciendo como que ella como sabe que es verdad lo de la enfermedad como para poner ese código.


¡A ver mala pécora!, acaso cuando alguien tiene un hijo y se reduce la jornada tienen que llevarte al niño y las pruebas de paternidad para demostrarte que ha tenido un hijo.

Ahí ya me pongo de mala leche y la respondo algo mal, pero contándola la enfermedad y demás, aunque no tenía por qué contarla nada. (Todo el tema de la secretaria siempre fue por e-mail, no hubo sangre 😆)

Al poco rato vino la responsable de estas cosas para apaciguar los ánimo y ya la dije, que puedo llegar a entender que la empresa no se fíe (puedo intentar engañarles para no trabajar y cobrar) pero que no sé preocupen, que si fuera mentira, la mutua no es tonta y no se va a dejar engañar y me van a pagar por mi cara bonita. Ellos tendrán sus medios de comprobar la veracidad de lo que les digo y aparte, tengo que entregar un informe cada mes firmado por el médico. Si algún día descubren que es mentira, aparte de no pagarme, informaran a la empresa obviamente.

Esto parece que les tranquilizo y pudimos seguir con los trámites.

Condiciones previas para prestación CUME

Esta parte la cuento en una sección aparte, porque casi la lío parda. Como os he dicho, para solicitar la prestación ambos padres tienen que estar TRABAJANDO, no valen excedencias ni bajas.

Yo ya había dicho previamente que iba a coger una excedencia porque era inminente que mi mujer se incorporara al trabajo de nuevo y claro, alguien tenía que cuidar a la enana. Por esta razón la secretaría estaba tramitando esto y la comenté que hablara con su asesor de la mutua para confirmar si podía pedir la prestación estando de excedencia y dicho asesor parece que le comentó que sí.

Posteriormente lo conocí en persona y me pareció un miserable que ponía todas las trabas posibles para evitar que aceptaran esa ayuda, cuando él no la iba a pagar. Aparte había que entregar el parte médico cada dos meses y el me ‘obligaba’ a hacerlo cada mes porque decía que así se lo habían dicho a él. En un futuro, cuando mi empresa cambió de mutua, él decía que había que traerlo cada dos meses, que no sabía porque lo llevaba cada mes.





Sin más, pues eso, a priori yo iba a estar de excedencia y mi bendito compañero me dijo que mirara eso bien, que su amiga le había dicho que no tenía claro que pudiera estar de excedencia, así que me las ingenié para poder contactar con la asistente social del Fremap y contarle el caso y me dijo que yo tenía que estar trabajando, que no podía estar de excedencia, porque obviamente si estas de excedencia no te van a dar la prestación, porque es para padres que están trabajando.

Así que a toda leche a hablar con la secretaria y decirla e insistirla (parece que le costaba hacerlo) que yo quería una reducción del 99,9% para solicitar la prestación.

Finalmente lo hizo y entregue todos los papeles. El siguiente paso fue dejar de ir a trabajar cuando mi mujer cogió el alta pocos días después y esperar a que me llegara la respuesta confirmando si me concedían o no la prestación por Púrpura trombocitopénica inmune.

La respuesta me llegó en un mes o antes, ya que se dan prisa en responder este tipo de cosas. La resolución fue que sí, y por fin pude descansar de todos estos trámites y dedicarme a empezar a organizar mi nueva vida.

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Y hasta aquí llegó esta parte. Me ha salido un poco extensa, pero es que este tipo de burocracias y porquerías requieren de mucho papeleo y sobre todo información para que todo vaya bien.


En esta vida nada es fácil y el esfuerzo de conseguir esta prestación bien merece la pena si al final consigues estar más tranquilo/a con el tema monetario y puedes preocuparte del el cuidado de tu hijo.

Pese a salir un artículo muy extenso en mi opinión, te animo a que comentes que te ha parecido o cualquier otra cosa que te apetezca.

Un abrazo y ¡nos vemos en el siguiente post!

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